El Pep Guardiola se estrena con el Manchester City
El Bayern, muy superior en la primera parte en Múnich, gana con un gol de rebote de Özturk.
No era un simple estreno para Pep Guardiola con el Manchester City precedido por un toque involuntario del árbitro.
Era el retorno a la que hasta entonces había sido su casa, el Allianz Arena. Ha pasado poco tiempo, pero allí nadie le olvida: “Welcome back” (Bienvenido), rezaba un cartel en el túnel de vestuarios. Un gesto que, sin duda, denota el agradecimiento por el legado que dejó el técnico catalán. El partido, típico de pretemporada, anduvo lento en cuanto a ritmo y con muchos matices por pulir. Ganó (1-0) el Bayern, tras un gol de rebote de Öztürk
Ribéry propuso y Willy Caballero reaccionó. Ese fue el fiel reflejo de un primer tiempo en el que el Bayern de Munich mereció más. De las botas del delantero francés surgieron las principales ocasiones para los de Carlo Ancelotti, impregnados todavía por el acento Guardiola. El conjunto bávaro fue incisivo con el balón e, instalado en terreno del City, asustó en más de una ocasión a la defensa ‘skyblue’. En frente, sin embargo, se topó una y otra vez con un Caballero invencible. Corría el minuto 16 de partido cuando Ribéry, desatado, atacó a Maffeo desde el costado izquierdo. Zigzagueó al lateral español hasta desnortarlo, se adentró en el área y tras una pared de museo, Caballero privó a Alaba de celebrar el primer gol.
A pesar de Pep, la tónica no cambió. El Bayern siguió canalizando sus acciones ofensivas a través de Ribéry, a quien la calidad nunca le abandonará. En el 27’, un ataque rápido del cuadro muniqués provocaría la segunda gran intervención del hasta ahora suplente de Joe Hart. Green, tras un gran pase de Alaba, marró el disparo en el uno contra uno y causó la desesperación de Ancelotti. No fue una buena definición, pero Caballero demostró una vez más porque Guardiola no necesita reemplazarle. Tuvo una tercera el Bayern, pero tampoco fue la vencida. ElManchester City, por su parte, solo tuvo pinceladas discontinuas que no molestaron en demasía a Ulreich.
El tiempo de descanso le dio a Guardiola la posibilidad de pedir calma a sus jugadores. Y lo logró. Con mucha más entereza, el City organizó sus ataques a partir del balón. La segunda mitad no tuvo nada que ver con la primera. Bien colocados sobre el césped, le robaron la posesión al Bayern y cambiaron las tornas. La multitud de sustituciones ayudó a ello, pero los de Ancelotti no volverían a tener tal superioridad. Solo jugadas puntuales de Benko, futbolista de 18 años con mucho desparpajo, aportaron cierto desequilibrio. El fútbol, como deporte de imprevistos, fue cruel con la segunda parte del City. Öztürk, en una jugada embarullada, consiguió el gol del triunfo en un partido en el que la vuelta de Guardiola copó toda la atención. A Pep le quedan muchos deberes por hacer. Su filosofía es indiscutible y le queda recorrido para transmitirla. La siguiente prueba la tiene en China, donde ya le espera José Mourinho y el Manchester United.
Frase del día: "Cuanto más difícil es la victoria, mayor es la felicidad de ganar".- Pelé
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